Blog

Energía fotovoltaica: qué es, cómo funciona y cuáles son sus ventajas

Energía fotovoltaica: qué es, cómo funciona y cuáles son sus ventajas

La energía fotovoltaica es una fuente de energía no contaminante, inagotable y renovable que puede generarse tanto a pequeña escala, en instalaciones fotovoltaicas destinadas al autoconsumo, así como a gran escala, mediante la puesta en funcionamiento de granjas solares (grandes plantas fotovoltaicas).

En la actualidad, esta tecnología se ha convertido en una de las principales aliadas en la transición energética mundial. Su implementación se multiplica tanto en zonas urbanas como rurales, y forma parte de los planes estratégicos de sostenibilidad de numerosos países y empresas.

¿Qué es la energía fotovoltaica?

La energía fotovoltaica consiste en el aprovechamiento de la luz solar para la generación de energía eléctrica. 

Esta fuente de energía limpia y renovable tiene lugar gracias al llamado efecto fotoeléctrico, mediante el cual ciertos materiales pueden absorber los fotones de las radiaciones solares (partículas lumínicas) y liberar electrones produciendo, con ello, una corriente eléctrica.

El efecto fotoeléctrico fue descubierto a fines del siglo XIX, y ha permitido desarrollar tecnologías que hoy son clave para disminuir la dependencia de recursos no renovables. Gracias a este principio, la energía solar se transforma directamente en electricidad, sin necesidad de procesos intermedios contaminantes.

¿Cómo funciona?

La energía fotovoltaica se obtiene en un tipo de infraestructura específica, conocida como instalación fotovoltaica o sistema fotovoltaico.

Las instalaciones fotovoltaicas están compuestas de paneles solares, formados por celdas o células fotovoltaicas. Estas últimas consisten en pequeños dispositivos semiconductores que están compuestos, a su vez, de silicio monocristalino o policristalino. 

Tal es así que podemos encontrar paneles solares monocristalinos y paneles solares policristalinos. La eficiencia de los primeros es mayor, dado que presentan un único cristal de silicio puro. Diferentes de los policristalinos (más económicos), en tanto estos últimos están formados por múltiples cristales.

Ahora bien, ambos tipos de paneles solares cumplen la misma importante función: son capaces de desarrollar el antes mencionado efecto fotoeléctrico y obtener, así, energía eléctrica de corriente continua.

Luego, gracias a los inversores esta energía eléctrica de corriente continua es transformada en energía eléctrica de corriente alterna. La que es posible de ser distribuida y aprovechada en toda la red de suministro. 

Además del inversor, un sistema fotovoltaico completo puede incluir baterías para almacenar energía, reguladores de carga y estructuras de soporte que permiten orientar los paneles en la dirección más eficiente. Todo el sistema trabaja de manera coordinada para maximizar el aprovechamiento del recurso solar y asegurar el rendimiento eléctrico durante el día.

Ventajas de la energía fotovoltaica

  • La energía fotovoltaica es, como mencionamos, una fuente de energía limpia y sustentable. No genera emisiones de carbono a la atmósfera, lo que contribuye a reducir el avance del cambio climático y mejora la calidad de oxígeno disponible.

 

  • Es también la principal alternativa frente a las fuentes energéticas tradicionales, centradas en la explotación de combustibles fósiles. De esta manera, el desarrollo de instalaciones fotovoltaicas es un gran paso en la descarbonización en los procesos de producción de energía eléctrica.

 

  • Asimismo, a medida que aprovechamos esta fuente de energía, damos nuevos pasos en el camino hacia la autosuficiencia energética. El sol, en efecto, es una fuente inagotable, constante e inmutable que se extiende a cada rincón del planeta.

 

  • Las instalaciones fotovoltaicas para el autoconsumo implican, además, una valiosa alternativa para el ahorro energético y la disminución de los montos a pagar por el consumo de energía eléctrica.

 

  • Se trata de sistemas cuyo funcionamiento es completamente silencioso, de modo que tampoco generan contaminación sonora.

 

Otro beneficio importante es la escalabilidad de la energía fotovoltaica. Es posible comenzar con una instalación pequeña, por ejemplo, para abastecer una vivienda familiar, y luego expandirla a medida que crece la demanda energética. Esta flexibilidad convierte a los sistemas solares en soluciones accesibles para múltiples contextos, desde hogares hasta industrias.

También cabe destacar que las instalaciones solares requieren un mantenimiento mínimo. Más allá de la limpieza periódica de los paneles y revisiones básicas, su durabilidad puede superar los 25 años, lo que convierte a la inversión inicial en una apuesta sólida y rentable a largo plazo.

Por otro lado, la adopción de energía fotovoltaica impulsa la creación de empleo en sectores relacionados como la ingeniería, la logística, la instalación y el mantenimiento. Esto significa que, además de cuidar el planeta, se genera un impacto positivo en la economía local.

¡Comenzá a producir tu propia energía fotovoltaica! 

Te invitamos a visitar nuestro sitio web para conocer la gran variedad de kits solares y otros productos relacionados. También, podés contactarte con nuestro equipo para acceder a atención personalizada y despejar todas tus dudas.

Con cada instalación que se pone en funcionamiento, contribuimos al desarrollo de una matriz energética más limpia, moderna y sustentable. Sumarse a este cambio no solo representa un beneficio individual, sino también una mejora colectiva para las generaciones futuras.

Seguí leyendo: Cómo funcionan los paneles solares: de la luz solar a la electricidad.

Optimizada el 7 julio del 2025.

Publicaciones relacionadas

INFORMACIÓN DE LA TIENDA

The Green Company – TRISOL
Montevideo
Uruguay
Tel.: 20351111
Envíenos un correo electrónico: info@tgc.uy

© 2023 – Comercio electrónico The Green Company